Contemplaciones marianas de Adrienne von Speyr

by Hans Urs von Balthasar, Adrienne von Speyr, Comunidad San Juan, Balthasarpeyr.org

El sí de la Virgen María y su entrega sin límites nos presenta el modelo de la actitud cristiana. Este podcast profundiza en esta realidad a través de la lectura y la meditación del libro Ancilla Domini, de la mística suiza Adrienne von Speyr.

Los episodios s ... 

 ...  Read more

Podcast episodes

  • Season 1

  • Una comunidad en la espera del Paráclito

    Una comunidad en la espera del Paráclito

    María presente en la Iglesia Junto con las otras mujeres, los apóstoles y los discípulos, también María está presente en la asamblea de la Iglesia naciente después de la ascensión del Hijo a los cielos. En este texto que vamos a meditar hoy, contemplamos cómo María, junto con las otras mujeres, los Apóstoles y los discípulos está presente en la asamblea de la Iglesia naciente. La presencia de María en el contexto de Pentecostés podría hacer surgir preguntas en nosotros. Ella, ya en el momento de la encarnación, ha recibido el Espíritu Santo. Ahora, sin embargo, la vemos nombrada junto con las otras mujeres, como «una más» de la asamblea. En esto también María nos da la pauta de nuestro ser cristianos. […] La Ascensión nos prepara a Pentecostés [María] ha devuelto [el Hijo] al Padre, de una manera en cierto modo definitiva, no haciendo así más que sellar lo que ha hecho durante toda su vida. Y ella también sabe que por este regreso a la casa del Padre el Hijo se comunicará aún más al mundo entero. Fin de la cita. María no ha guardado el Hijo para sí. Ella sabe que pertenece a la voluntad del Padre. Y esta voluntad es que Él regrese al Padre que lo ha enviado. Y este regreso no es, en modo alguno, carente de importancia para el misterio que contemplamos hoy. «Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré» Jn 16,7. […] Una comunidad en la espera del Paráclito Él ha prometido a la joven comunidad el Espíritu Santo y esta lo recibirá en pocos días en Jerusalén. Fin de la cita. El Señor ha prometido a la comunidad que enviará el Paráclito, el Espíritu Santo. Dios se revela siempre más a la Iglesia en la medida que ella puede entender lo que Él tiene reservado para la humanidad. […]

  • La dos miradas transformadoras

    La dos miradas transformadoras

    Las dos miradas transformadoras La semana pasada terminamos con una forma especial de amor hacia el hermano, en particular el hermano pecador, y esta era esta: una mirada que hemos llamado «mirada transformadora». Y habíamos dicho que esta mirada, además de ser muy querida por Dios, tiene la capacidad de hacer surgir dos efectos ya aquí en la tierra respecto de nuestro hermano pecador: puede llevarnos a amarlo: y esto nos toca a nosotros puede llevarnos a transformarlo: y esto toca a nuestro hermano […] La mirada que juzga Al respecto del ojo que juzga, nuestro Señor dice algo muy llamativo y alarmante: «Pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará a oscuras» Mt 6,23. Y para que esta palabra se nos haga más clara respecto al tema que estamos tratando, lo de la mirada, vamos a tomar un ejemplo concreto. Claro, cada uno de nosotros puede poner en su lugar la persona que más le resulte difícil amar. Los pasos de la mirada que juzga en el sujeto Si hacemos el recorrido que acabamos de describir desde el punto de vista del ojo, vemos que hay una serie de pasos bastante reconocibles en el sujeto: Primero hay un «fijarse» en algo exterior al hombre que pasa por su ojo. Nuestra atención está acaparada por el fallo o el error en cuestión. Segundo, este fijarse en algo exterior y malo ha generado una impresión en los padres, una impresión en su interior. Esta «impresión» tiene varios efectos interiores al hombre que vamos a ver la semana que viene: confirmación, dureza, expansión, presunción. Tercero, como la impresión era unilateralmente o prevalentemente mala, la «expresión» ha sido del mismo talante. Lo que ha sido imprimido tiene que expresarse […] –––––––––––––––- El episodio fue transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 09.5.2024. Descargue el libro Ancilla Domini Más textos en balthasarspeyr.org/es/publicaciones

  • Una mirada transformadora

    Una mirada transformadora

    El amor hacia los pecadores Recordamos lo que hemos dicho la semana pasada, «la humildad es dar espacio». Y hemos visto un ejemplo de este dar espacio: María, que solo tiene espacio para los deseos de Dios, esta es la verdadera humildad. Pero hay un ejemplo aún mayor de humildad y es el de nuestro Señor Jesucristo que siendo Dios, cuando todavía éramos pecadores se ha humillado hasta la cruz y la cruz, ¿no es acaso hacer espacio en Dios a todos los pecados del mundo?[…] La actitud de Dios y la actitud de los hombres con los pecadores Y para amarlos profundamente, el mismo Jesús nos invita a mirar a su modelo, el Padre. Es Él quien nos va a guiar en este amor. Jesús de hecho dice: «Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.» Mt 5,48. […] Una mirada transformadora Este «cuidar» puede asumir muchas formas, todas las que la fantasía humana puede imaginar: no hay límites al amor: es infinito, viene de Dios, ya que Dios es amor. Hoy, sin embargo, queremos hablar de un tipo especial de cuidado y es, como acabamos de decir, la mirada. […] –––––––––––––––- El episodio fue transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 02.5.2024. Descargue el libro Ancilla Domini Más textos en balthasarspeyr.org/es/publicaciones

  • La actitud de humildad

    La actitud de humildad

    La actitud de humildad con Dios y con el prójimo La semana pasada habíamos terminado hablando de la diferencia entre apertura en la Trinidad y apertura en la tierra. Para mantener pura nuestra apertura a Dios y al prójimo, para nosotros los hombres es esencial entregar lo que nos separa de ellos: el pecado, y esto encuentra su respuesta adecuada en el sacramento de la confesión. Pero, la confesión en sí, si no hay contrición, si no hay cambio de vida, no dará todos los frutos que Dios espera. De hecho, el fariseo por un lado se alababa ante Dios «Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias», y esto, como sabemos, no tiene su lugar en la confesión, ni, a decir verdad, en ningún otro lugar en la vida de un cristiano, ni tampoco es digno hacerlo así el hombre en general. […] La humildad es dar espacio Acabamos de decir que el lugar del cristiano es la humildad y una forma de ver la humildad es la de dar espacio, por un lado a Dios –y tomaremos el ejemplo de María–, por otro a los hombres. Dar espacio a Dios, la Contemplativa en la acción En otra parte del libro Ancilla Domini [La sierva del Señor] que estamos comentando, Adrienne dice «[El] papel [de María] es ser la sierva que se sitúa tan plenamente en el lugar de la humildad que siempre prefiere lo que le es ofrecido, que nunca trata de provocar algo por sí misma, de predisponer o guiar la voluntad y los deseos de Dios», es decir que María es la gran maestra de humildad y lo es porque está constantemente a la escucha de Dios y nunca antepone sus propios deseos a los de Dios. […] Dar espacio a los hombres: la comunión de los pecadores Bien sabemos que como seres humanos, a menudo la razón bien sencilla por la cual no somos «rapaces, injustos, adúlteros» para retomar la lista de nuestro fariseo, es que la ocasión no se ha presentado o la gracia nos ha preservado de forma muy especial. […] –––––––––––––––- El episodio fue transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 24.4.2024. Descargue el libro Ancilla Domini Más textos enbalthasarspeyr.org/es/publicaciones

  • La actitud de apertura

    La actitud de apertura

    La actitud de apertura La actitud cristiana por excelencia es la apertura hacia Dios y los hombres. Y lo es porque se trata de una actitud que ya existe en la Trinidad donde cada persona es apertura a las otras en perfecta confianza. Cada Persona dentro de la Trinidad es diferente de las otras: el Padre es padre, el Hijo hijo, el Espíritu Santo es el vínculo de amor entre ellos. […] Diferencia entre apertura en la Trinidad y en el hombre: la confesión Si miramos desde el exterior, como acabamos de decir, los dos se dirigen hacia Dios, los dos están supuestamente abiertos hacia Él. El primero además cumple con la Ley; del segundo no lo sabemos. Pero la apertura hacia Dios conlleva una pobreza, una pobreza no necesariamente material, sino estructural o esencial por parte de nosotros, una pobreza que se sabe insuficiente y pobre de forma total y esencial, porqué siempre estamos necesitados de Dios. […] –––––––––––––––- El episodio fue transmitido en el marco del programa «Vida consagrada» de Radio María España el 18.4.24. Descargue el libro Ancilla Domini Más textos en balthasarspeyr.org/es/publicaciones